Espacio de jubiladas, jubilados, pensionadas y pensionados del Peronismo Militante
Una situación grave, que empeora
(Por Espacio de jubiladas, jubilados, pensionadas y pensionados del Peronismo Militante) Cualquiera sea la fuente consultada, opositora u oficialista, todos los indicadores económicos y sociales son rotundos y coincidentes: la situación del país va de mal en peor.
A comienzos del gobierno de Cambiemos, con la mejor buena fe, la mala gestión pudo ser considerada como impericia. Pero a estas alturas, resulta que cada política pública que implementan Macri, Vidal o Larreta, va expresamente contra el pueblo y no hace sino agravar aún más la situación.
Ajuste sobre ajuste, devaluación sobre devaluación, tarifazo sobre tarifazo, el asunto es que se dispara la inflación, crecen los despidos en todas las áreas, y la población pierde poder adquisitivo. A la par, se desmantelan empresas públicas y privadas, crece la dependencia del endeudamiento externo e interno, campean a sus anchas la especulación financiera y la fuga de capitales, y el país se empantana en la recesión. De “lo peor ya pasó” a “vienen tiempos duros”, la evolución del propio discurso oficialista evidencia que el relato les estalló en pleno rostro, detonado por la realidad. Ahora bien. Si esta situación perjudica a la inmensa mayoría ciudadana, resulta que a quienes vivimos de una jubilación o pensión nos afecta de una manera perversa y singular. A la pérdida brusca del valor de la moneda nacional, se le suma en nuestro caso el menor acceso a los remedios bonificados y el deterioro de las prestaciones médicas y sociales.
Mientras algunos nos quieren convencer que todo esto es porque el gobierno habría optado por un “ajuste gradual” en lugar de aplicar una política de shock, resulta que en poco más de dos años nuestra jubilación se vio reducida a la mitad. Resultado similar al que el FMI también logró en Grecia… ¡pero luego de ocho largos años de ajuste oligárquico contra el pueblo y la Nación! Ahora, con el presupuesto 2019 aprobado y el pase de la batuta de conducción de la cosa pública a manos del FMI, pretenden que los más de 7 millones de jubilados y jubiladas seamos el pato de la boda en la fiesta de la acumulación financiera y de saqueo de la riqueza nacional. Y atención, que nos quieren aplicar un doble torniquete: seguir disminuyendo nuestro haber previsional de bolsillo y desmantelar nuestras instituciones, PAMI y ANSES.
¿Cómo enfrentar esta grave situación por la que estamos pasando y que empeora día a día? Hay una sola manera. Y es tomar el asunto en nuestras propias manos, en la seguridad de contar con el apoyo solidario de sectores sociales amplios y numerosos (como quedó demostrado en los acontecimientos del 18 y 19 de diciembre de 2017). Y son muchas las jubiladas, y muchos los jubilados, que así lo entienden y se organizan y movilizan para hacer respetar sus derechos. Sumemos. Crezcamos en número. Organicémonos. Pongamos cada cual un granito de arena a la causa común. Que las reuniones de Centros de Jubilados den espacio al debate sobre las conquistas previsionales y cómo defenderlas. Y lo mismo en las salas de espera de los consultorios, en las filas de trámites de los Bancos, de PAMI y ANSES, en las reuniones familiares, con amigas y amigos, en la peluquería…
Que nos guíe la entrega, la perseverancia, la convicción, el espíritu de cuerpo social que inspiró hasta sus últimos minutos a quien se convirtió en un emblema de la lucha contra el atropello de nuestros derechos, la inolvidable Norma Plá.
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