Política nacional

Por Antonio Muñiz / #motorcumple4 / Edición Especial

“Argentinos a las cosas”

(Por Antonio Muñiz ) Dice un proverbio chino que las grandes crisis generan oportunidades, si bien no por repetido significa que sea verdad, es cierto que las crisis nos obligan a pensar y evaluar el presente y sobre todo el futuro. En el caso de los países esto es más manifiesto y en el caso de Argentina, es casi obligatorio pensar al futuro para trazar una ruta estratégica de políticas y planes para las próximas décadas.

Luego de cuarenta años de hegemonía de un modelo neoliberal, impuesto a sangre y fuego por la dictadura militar (1976/83), el país ha ido retrocediendo en todos sus índices sociales y económicos. Ha ido potenciando un modelo caracterizado por la extranjerización de su territorio, monopolización de su sistema productivo,concentración poblacional en las grandes capitales, en condiciones de NBI muy altas, la pérdida de la capacidad industrial, con la consiguiente primarización de la economía, ha generado los más altos índices de desocupación y por ende pobreza. (1)

El modelo neoliberal extrativista fue configurando un país deforme, concentrando su desarrollo en la pampa húmeda, la producción de granos, en especial soja, los servicios y una lógica financiera de la economía y la producción.

Argentina tiene su territorio económico y humano deformado, concentrado en el AMBA donde el 2% de su superficie concentra más del 40% de su población. Hoy la ciudad de Buenos Aires, cuenta con una población de tres millones de personas, pero un PBI similar a las capitales europeas, mientras a su alrededor su fue construyendo una área metropolitana, con islas de prosperidad similares al primer mundo, pero a su vez otras de pobreza extrema, violencia social, pésima calidad de vida de su población, casi similar a ciudades del cuarto mundo.

Este esquema de país no es casual, se repite en menor medida en las grandes ciudades de interior, Rosario es un ejemplo de ello.

Decíamos que no es casual porque hay una visión “porteño céntrica”, que se mira el ombligo o mira hacia el exterior, no percibe su territorio interior pero tampoco su potencialidad geo estratégica. En esto hay que recordar la zoncera “el problema de Argentina es la extensión”, por lo cual fuimos perdiendo territorios por falta de políticas estratégicas y miopía de nuestra clase dirigente.

La clase dirigente argentina subestimó y negó el desarrollo y la ocupación del Norte argentino y la Patagonia, nunca tuvo una estrategia de desarrollo de esas regiones, asi como tampoco las cuencas hídricas, el Mar Austral, las Malvinas o la Antártida.

La pandemia puso de manifiesto la cara de una crisis que ya estaba latente. Muestra con toda su crudeza el fracaso del modelo neoliberal y el daño profundo que esta ideología ha causado en el tejido social y económico del país. Es más, solo pudieron mostrar la rapiña, la corrupción, la sordidez, de una clase dirigente apátrida, violenta y autoritaria.

Construyendo escenarios futuros:

Es necesario reconstruir un horizonte estratégico, que contemple el desarrollo de una nación argentina, que recupere el tiempo perdido.

Argentina fue pionera en América Latina en casi todos los aspectos, hasta mediados de la década de 70. En 1975 Argentina tenía un 4 % de pobreza y una deuda externa de 6 mil millones, era una potencia intermedia con un alto grado de desarrollo económico y humano. En 1974/5 se alcanzó el nivel de mayor igualdad social: un coeficiente de Gini de 0,35, de acuerdo con la Cepal. (2) Todos los números de la economía argentina mostraban un nivel muy superior al resto Latinoamérica y de muchos países del mundo.

Esa Argentina, moldeada así por el peronismo, sobreviviócon vaivenes y conflictos, hasta 1976, cuando la oleada neoliberal arrasó con todos los logros históricos, destruyendo todo a su paso, llevándonos a estos tiempos de decadencia, fracaso y estancamiento, deteriorándose su institucionalidad y moral política.

Para romper cuarenta años de decadencia en necesario pensar y planificar el futuro argentino, pero para esto serequiere también pensar el mundo que se viene post pandemia, el escenario global donde nuestro país estará inserto:

Sus principales características podrían sintetizarse en:

• La humanidad afrontará en las próximas décadas una serie de crisis de carácter global, varias de ellas ya hacen sentir sus primeras manifestaciones. Las guerras y conflictos armados regionales, pero que pueden escalar en guerras de mayor alcance; la crisis climático ambiental, producto de la sobre explotación de los recursos y el uso de combustibles fósiles, sobre población en muchas regiones y escases de alimentos.Estos problemas globales requerirán políticas globales. En el caso Argentina requerirá planificación para aprovechar las oportunidades y sortear las amenazas.

• En 2050 se alcanzarán casi los diez mil millones de habitantes. Estos cambios demográficos tendrán a su vez consecuencias en otras áreas, como las costumbres, la política o el consumo por ejemplo. Por un lado el mayor protagonismo de la mujer en la sociedad, y por el otro el aumento de la población juvenil, cerca del 50% de la población mundial tendrá menos de 20 años en las próximas décadas. La pobreza extrema en muchos países del mundo, y como contracara, zonas de riqueza altamente concentrada. Construir una sociedad global más equitativa será uno de los desafíos.

• Se están gestando cambios en la hegemonía global, mientras EEUU pierde terreno, crece la importancia de China en el juego mundial. Existe una guerra “larvada” entre ambas potencias, por el liderazgo, hoy, de futuro incierto. Aparece ya un escenario multipolar, donde además de ambos países tendrán fuerte presencia: Europa, Rusia, India, etc. A su vez se irán generando bloques continentales que irán perfilando una nueva gobernanza global.

• Se desplazarán las rutas del comercio mundial desde el Atlántico, en especial el nórdico, vigente desde hace 500 años, hacia el Océano Pacifico, en especial hacia aquellos puertos sobre Asia Oriental.

• Sin dudas cambiaran las formas de representación política, las instituciones de la democracia neoliberal han demostrado su falta de eficacia para enfrentar las crisis que enfrenta la humanidad, no solo la sanitaria. Sera necesario recuperar el Estado de Bienestar, es decir una fuerte presencia del estado en la vida diaria de las sociedades.

• El desarrollo de las nueva tecnologías 4 y 5 G, indican que estamos una nueva Revolución Industrial, con eje en la inteligencia artificial, robotización, nanotecnología y superconductores con nuevos metales y aleaciones. Esta revolución industrial marcara por si un cambio no solo en la fax productiva, sino que modificaran los hábitos y comportamientos sociales y familiares. , • La pandemia aceleró la crisis del sistema neoliberal globalizante, que viene en decadencia desde 2008. La crisis del capitalismo global, no significa, por lo menos en el mediano plazo la desaparición de este. La lucha entre los estados y los grandes grupos marcara el futuro de la economía mundial. Es fundamental generar límites a los flujos monetarios, así como a las guaridas fiscales, para que los estados puedan volver a tener poder de policía para el control de estos. Es indudable que se viene un escenario de fuerte luchas para romper la lógica de financiarización de toda la economía global y volver a un capitalismo más “racional”, que respete al hombre y al medio ambiente como ejes.

• Cobraran importancia los sistemas productivos sustentables, todo lo que se conoce como “economía verde”, es decir aquellas que da lugar al mejoramiento del bienestar humano e igualdad social, mientras que se reducen significativamente los daños ambientales.

En este marco global es que debemos planificar la Argentina de los próximos 30 años. Aprendiendo de nuestra historia, es importante rescatar el concepto de planificación participativa. Es decir que la planificación de las acciones de gobierno no puede ser el trabajo de burócratas, que detrás de supuestos valores técnicos planifiquen sin la participación popular. Una planificación eficiente se debe hacerse con todos los actores de la comunidad involucrados. Es la única forma de garantizar verdadero consenso, respaldo y control de la comunidad en los objetivos buscados, como además, para llevar adelante esta planificación se requiere una fuerte presencia del Estado, es conveniente la creación de organismos altamente comprometidos, abiertos, participativos y democráticos para el control de este y para en un ida y vuelta constante evaluar, corregir, ejecutar y volver a evaluar las acciones. Losejemplos que puede mostrar el peronismo son los planes quinquenales posteriores a 1946 y la acción del Consejo Nacional de Posguerra, verdadera usina de ideas y proyectos que marcaron la década peronistas, muchos de los cuales llegaron a nuestros días.

Debemos pensarnos situados en el aquí y ahora, rompiendo con el “sentidos común” que nos impuso el neoliberalismo. Esta lógica de pensamiento único que fue taladrando y penetrando en la mente de los argentinos, incluso ha calado en muchos dirigentes y militantes del campo popular, generando una ideología de la resignación, un “no podemos hacerlo”, una incapacidad para romper los límites y las formas que nos impuso el neoliberalismo, queasi fue moldeando un pensamiento colonizado en muchas franjas de nuestra sociedad.

A título ilustrativo podemos señalar como ejes estratégicos a partir de los cuales planificar las acciones de gobierno:

• Reconstruir la idea de Nación. Trabajar en la construcción y fortalecimiento de la identidad nacional. Es la identidad basada en el concepto de nación y de patria común. Hay que tener claro que el neoliberalismo, rompe esos lazos sociales, rompe el concepto de patria, de nación, de una cultura propia, para imponer una supuesta cultura universal, vacía, individualista y consumista.Trabajar en la cultura argentina como marca país, no es solo un nicho económico interesante para las industrias culturales; sino que también marcan y diseñan el “ser Argentino”, perdido y desdibujado por décadas.

• Desmontar la superestructura que ha ido instaurando el neoliberalismo y varias de décadas de formación mitrista liberal a partir de la educación, del accionar de los medios, en amplios sectores de la población. Desmontar todos los tabúes, que nos ha impuesto el colonialismo político, económico, cultural y pensarnos desde nosotros, situados en el aquí y ahora, de acuerdo a nuestras necesidades e intereses. Construir nuestras propias teorías, nuestros paradigmas, y dejar de usar las categorías euro yanquis que poco tienen que ver con nosotros.

• En principio es necesario pensar Argentina como país Latinoamericano, pero también un país marítimo, bicontinental y bi oceánico. Esto requiere de políticas activas de ocupación del mar continental, control de la pesca ilegal pero también el desarrollo de una industria marítima. A su vez políticas diplomáticas activas de defensa del nuestros derechos sobre la Antártida, las Malvinas y la islas del atlántico sur.

• Malvinas y el territorio Antártico deben ser una causa nacional y un eje de nuestra política exterior.Acciones concretas que consoliden los derechos argentinos sobre el Mar Austral y el territorio antártico.

• Argentina tiene el acceso a los pasos de unión del Atlántico y el Pacifico. En caso de Guerra mundial la inutilización del canal de panamá, dejara como únicos estos pasos; de allí la importancia estratégica de toda la región y la explicación o una de ellas, del porqué de la ocupación británica de las Malvinas y la presencia de una base de la OTAN en el Atlántico Sur. Como decíamos más arriba habrá un cambio en las rutas comerciales hacia la cuenca del Pacifico, sobre todo hacia Asia oriental, por lo que es necesario y conveniente tener salidas a puertos del Pacifico. Es una cuestión estratégica, la alianza e integración con Chile para sacar nuestros productos por suspuertos. También es factible sumarse al corredor ferroviario que el gobierno chino planea llevar adelante que unirá los puertos peruanos con los brasileños, que atravesara además Bolivia, Paraguay y gran parte del sur de Brasil. La extensión ferroviaria del Belgrano Norte y su conexión con el proyecto chino, permitirá sacar por esa vía parte de la producción del Norte Argentino.

• Reconstruir el estado: el neoliberalismo tiene como objetivo estratégico la destrucción de los estados nacionales, tal cual fueron surgiendo luego de la revolución francesa, a fin de debilitar la idea de nación y destruir sus herramientas de defensa; así poder penetrar las naciones con su lógica imperialista.

• Es fundamental refundar el Estado, re armar un andamiaje político administrativo que empodere a las instituciones estatales a fin de que sean organismos de control y ejecución de políticas publicas orientadas al bien común, que tomen al hombre y su comunidad como fin. Un estado árbitro, que laude basado en los objetivos nacionales y populares, y no en beneficio de los negocios de minorías parasitarias. Se requiere un estado presente y activo en la vida económica, como articulador de los recursos de la comunidad, pero también liderando el proceso de re industrialización que es necesario encarar. Es necesario superar la idea de estado “subsidiario”, que nos impuso la cultura liberal por el “estado desarrollador”, motor del desarrollo social y económico. En síntesis una estado fuerte y activo, llevando adelante la planes que surgen de una planificación participativa desde los organismos de la comunidad.

• Es necesario encara r un proceso de industrialización acelerada, que nos permita acortar el tiempo perdido en décadas de destrucción del tejido productivo. En este ámbito es fundamental movilizar los recursos naturales, económicos y humanos, detrás una planificación donde participen los actores, empresarios y trabajadores, a través de sus organizaciones.El desarrollo de una industria alimenticia exportadora puede ser una salida pero no la única. Es necesario aprovechar la revolución tecnológica en ciernes, a partir de las tecnologías 4 y 5 G, para dar un salto tecnológico.

• Sin querer profundizar, es necesario rescatar dos conceptos demonizados por “el sentido común” liberal, uno es la banca de desarrollo, es decir un sistema bancario que oriente y focalice el crédito en el desarrollo industrial y en especial hacia aquellas áreas, que la planificación indica como prioritarias; y el otro el concepto de “polo de desarrollo”, que permitirán federalizar la re industrialización, cubrir y poblar el territorio. Orientar la inversiones productivas y con ellos los flujos migratorios hacia el Norte Grande o la Patagonia, zonas casi vacías hoy.

• Una política de tierras y acceso a la vivienda. Es indispensable romper con varias décadas de falta de políticas a acceso al suelo. La toma de tierras, tan de moda en los días de hoy, marcan un déficit muy serio de las políticas oficiales hacia el sector. Hay que permitir el acceso a la tierra y luego acompañar a los adjudicatarios de los instrumentos e insumos para la construcción de sus viviendas. El mecanismo de cooperativas para la auto construcción es un vehículo eficiente para la asignación de esos recursos. Es fundamental la creación de un millón de lotes con infraestructura básica. Estos loteos deben hacerse con un criterio de descongestionar el área del AMBA y ocupar territorios vacíos, localizándolo allí donde se definan los polos de desarrollo,

• Pensar y planificar el traslado de la Capital Federal hacia el interior de la República.

• Integrar el territorio a partir de un sistema de transporte moderno y sustentable, Debe ser multimodal recuperando la planificación estratégica y la integración racional del transporte automotor, ferrocarriles, las fluviales, aéreas y los pasos fronterizos.

• Planificar y asignar los recursos necesarios para lograr una educación integral y permanente que alcance a toda la población.

• Planificar el desarrollo el sistema científico-tecnológico, en su máxima jerarquía institucional y presupuestaria, articulando los recursos dentro del esquema del “Triángulo de Sábato”, o sea la articulación entre el sistema científico tecnológico, las empresas privadas y el estado, retro alimentándose continuamente. Esto debe ser la base del despliegue argentino.

A modo de primeras conclusiones: la crisis global y la local, tal vez nos estén dando una oportunidad de romper décadas de decadencia y sometimiento. Argentina por su historia y su pueblo está destinada a un escenario de liderazgo en el mundo que viene. Es necesario para ello reconstruir la unión nacional, recuperar nuestro orgullo de ser argentino, romper con la lógica liberal de menoscabarnos, de mirar para afuera, de sentirnos un país fracasado. Argentina tiene un destino integrada a Latinoamérica, con un pueblo integrado a su patria, hacia su suelo, a su historia, atando su destino a la comunidad que pertenece.

Por eso es que, en este momento de quiebre, pueda ser posible construir los cimientos de la argentina futura. La unidad nacional se construye con políticas y metas comunes y estas con acciones de integración, consenso, respeto, dialogo, y trabajo en comunidad. Por todo ello es el momento de pensar un nuevo plan estratégico para Argentina para los próximos 30 años.

Como nos decía con lucidez hace un siglo Ortega y Gasset “argentinos a la cosas”. Hoy la historia nos está dando una nueva oportunidad.

“Argentinos a las cosas”

Dice un proverbio chino que las grandes crisis generan oportunidades, si bien no por repetido significa que sea verdad, es cierto que las crisis nos obligan a pensar y evaluar el presente y sobre todo el futuro. En el caso de los países esto es más manifiesto y en el caso de Argentina, es casi obligatorio pensar al futuro para trazar una ruta estratégica de políticas y planes para las próximas décadas.

Luego de cuarenta años de hegemonía de un modelo neoliberal, impuesto a sangre y fuego por la dictadura militar (1976/83), el país ha ido retrocediendo en todos sus índices sociales y económicos. Ha ido potenciando un modelo caracterizado por la extranjerización de su territorio, monopolización de su sistema productivo,concentración poblacional en las grandes capitales, en condiciones de NBI muy altas, la pérdida de la capacidad industrial, con la consiguiente primarización de la economía, ha generado los más altos índices de desocupación y por ende pobreza. (1) El modelo neoliberal extrativista fue configurando un país deforme, concentrando su desarrollo en la pampa húmeda, la producción de granos, en especial soja, los servicios y una lógica financiera de la economía y la producción.

Argentina tiene su territorio económico y humano deformado, concentrado en el AMBA donde el 2% de su superficie concentra más del 40% de su población. Hoy la ciudad de Buenos Aires, cuenta con una población de tres millones de personas, pero un PBI similar a las capitales europeas, mientras a su alrededor su fue construyendo una área metropolitana, con islas de prosperidad similares al primer mundo, pero a su vez otras de pobreza extrema, violencia social, pésima calidad de vida de su población, casi similar a ciudades del cuarto mundo.

Este esquema de país no es casual, se repite en menor medida en las grandes ciudades de interior, Rosario es un ejemplo de ello.

Decíamos que no es casual porque hay una visión “porteño céntrica”, que se mira el ombligo o mira hacia el exterior, no percibe su territorio interior pero tampoco su potencialidad geo estratégica. En esto hay que recordar la zoncera “el problema de Argentina es la extensión”, por lo cual fuimos perdiendo territorios por falta de políticas estratégicas y miopía de nuestra clase dirigente.

La clase dirigente argentina subestimó y negó el desarrollo y la ocupación del Norte argentino y la Patagonia, nunca tuvo una estrategia de desarrollo de esas regiones, asi como tampoco las cuencas hídricas, el Mar Austral, las Malvinas o la Antártida.

La pandemia puso de manifiesto la cara de una crisis que ya estaba latente. Muestra con toda su crudeza el fracaso del modelo neoliberal y el daño profundo que esta ideología ha causado en el tejido social y económico del país. Es más, solo pudieron mostrar la rapiña, la corrupción, la sordidez, de una clase dirigente apátrida, violenta y autoritaria.

Construyendo escenarios futuros:

Es necesario reconstruir un horizonte estratégico, que contemple el desarrollo de una nación argentina, que recupere el tiempo perdido.

Argentina fue pionera en América Latina en casi todos los aspectos, hasta mediados de la década de 70. En 1975 Argentina tenía un 4 % de pobreza y una deuda externa de 6 mil millones, era una potencia intermedia con un alto grado de desarrollo económico y humano. En 1974/5 se alcanzó el nivel de mayor igualdad social: un coeficiente de Gini de 0,35, de acuerdo con la Cepal. (2) Todos los números de la economía argentina mostraban un nivel muy superior al resto Latinoamérica y de muchos países del mundo.

Esa Argentina, moldeada así por el peronismo, sobreviviócon vaivenes y conflictos, hasta 1976, cuando la oleada neoliberal arrasó con todos los logros históricos, destruyendo todo a su paso, llevándonos a estos tiempos de decadencia, fracaso y estancamiento, deteriorándose su institucionalidad y moral política.

Para romper cuarenta años de decadencia en necesario pensar y planificar el futuro argentino, pero para esto serequiere también pensar el mundo que se viene post pandemia, el escenario global donde nuestro país estará inserto:

Sus principales características podrían sintetizarse en:

• La humanidad afrontará en las próximas décadas una serie de crisis de carácter global, varias de ellas ya hacen sentir sus primeras manifestaciones. Las guerras y conflictos armados regionales, pero que pueden escalar en guerras de mayor alcance; la crisis climático ambiental, producto de la sobre explotación de los recursos y el uso de combustibles fósiles, sobre población en muchas regiones y escases de alimentos.Estos problemas globales requerirán políticas globales. En el caso Argentina requerirá planificación para aprovechar las oportunidades y sortear las amenazas.

• En 2050 se alcanzarán casi los diez mil millones de habitantes. Estos cambios demográficos tendrán a su vez consecuencias en otras áreas, como las costumbres, la política o el consumo por ejemplo. Por un lado el mayor protagonismo de la mujer en la sociedad, y por el otro el aumento de la población juvenil, cerca del 50% de la población mundial tendrá menos de 20 años en las próximas décadas. La pobreza extrema en muchos países del mundo, y como contracara, zonas de riqueza altamente concentrada. Construir una sociedad global más equitativa será uno de los desafíos.

• Se están gestando cambios en la hegemonía global, mientras EEUU pierde terreno, crece la importancia de China en el juego mundial. Existe una guerra “larvada” entre ambas potencias, por el liderazgo, hoy, de futuro incierto. Aparece ya un escenario multipolar, donde además de ambos países tendrán fuerte presencia: Europa, Rusia, India, etc. A su vez se irán generando bloques continentales que irán perfilando una nueva gobernanza global.

• Se desplazarán las rutas del comercio mundial desde el Atlántico, en especial el nórdico, vigente desde hace 500 años, hacia el Océano Pacifico, en especial hacia aquellos puertos sobre Asia Oriental.

• Sin dudas cambiaran las formas de representación política, las instituciones de la democracia neoliberal han demostrado su falta de eficacia para enfrentar las crisis que enfrenta la humanidad, no solo la sanitaria. Sera necesario recuperar el Estado de Bienestar, es decir una fuerte presencia del estado en la vida diaria de las sociedades.

• El desarrollo de las nueva tecnologías 4 y 5 G, indican que estamos una nueva Revolución Industrial, con eje en la inteligencia artificial, robotización, nanotecnología y superconductores con nuevos metales y aleaciones. Esta revolución industrial marcara por si un cambio no solo en la fax productiva, sino que modificaran los hábitos y comportamientos sociales y familiares. , • La pandemia aceleró la crisis del sistema neoliberal globalizante, que viene en decadencia desde 2008. La crisis del capitalismo global, no significa, por lo menos en el mediano plazo la desaparición de este. La lucha entre los estados y los grandes grupos marcara el futuro de la economía mundial. Es fundamental generar límites a los flujos monetarios, así como a las guaridas fiscales, para que los estados puedan volver a tener poder de policía para el control de estos. Es indudable que se viene un escenario de fuerte luchas para romper la lógica de financiarización de toda la economía global y volver a un capitalismo más “racional”, que respete al hombre y al medio ambiente como ejes.

• Cobraran importancia los sistemas productivos sustentables, todo lo que se conoce como “economía verde”, es decir aquellas que da lugar al mejoramiento del bienestar humano e igualdad social, mientras que se reducen significativamente los daños ambientales.

En este marco global es que debemos planificar la Argentina de los próximos 30 años.

Aprendiendo de nuestra historia, es importante rescatar el concepto de planificación participativa. Es decir que la planificación de las acciones de gobierno no puede ser el trabajo de burócratas, que detrás de supuestos valores técnicos planifiquen sin la participación popular. Una planificación eficiente se debe hacerse con todos los actores de la comunidad involucrados. Es la única forma de garantizar verdadero consenso, respaldo y control de la comunidad en los objetivos buscados, como además, para llevar adelante esta planificación se requiere una fuerte presencia del Estado, es conveniente la creación de organismos altamente comprometidos, abiertos, participativos y democráticos para el control de este y para en un ida y vuelta constante evaluar, corregir, ejecutar y volver a evaluar las acciones. Losejemplos que puede mostrar el peronismo son los planes quinquenales posteriores a 1946 y la acción del Consejo Nacional de Posguerra, verdadera usina de ideas y proyectos que marcaron la década peronistas, muchos de los cuales llegaron a nuestros días.

Debemos pensarnos situados en el aquí y ahora, rompiendo con el “sentidos común” que nos impuso el neoliberalismo. Esta lógica de pensamiento único que fue taladrando y penetrando en la mente de los argentinos, incluso ha calado en muchos dirigentes y militantes del campo popular, generando una ideología de la resignación, un “no podemos hacerlo”, una incapacidad para romper los límites y las formas que nos impuso el neoliberalismo, queasi fue moldeando un pensamiento colonizado en muchas franjas de nuestra sociedad.

A título ilustrativo podemos señalar como ejes estratégicos a partir de los cuales planificar las acciones de gobierno:

• Reconstruir la idea de Nación. Trabajar en la construcción y fortalecimiento de la identidad nacional. Es la identidad basada en el concepto de nación y de patria común. Hay que tener claro que el neoliberalismo, rompe esos lazos sociales, rompe el concepto de patria, de nación, de una cultura propia, para imponer una supuesta cultura universal, vacía, individualista y consumista.Trabajar en la cultura argentina como marca país, no es solo un nicho económico interesante para las industrias culturales; sino que también marcan y diseñan el “ser Argentino”, perdido y desdibujado por décadas.

• Desmontar la superestructura que ha ido instaurando el neoliberalismo y varias de décadas de formación mitrista liberal a partir de la educación, del accionar de los medios, en amplios sectores de la población. Desmontar todos los tabúes, que nos ha impuesto el colonialismo político, económico, cultural y pensarnos desde nosotros, situados en el aquí y ahora, de acuerdo a nuestras necesidades e intereses. Construir nuestras propias teorías, nuestros paradigmas, y dejar de usar las categorías euro yanquis que poco tienen que ver con nosotros.

• En principio es necesario pensar Argentina como país Latinoamericano, pero también un país marítimo, bicontinental y bi oceánico. Esto requiere de políticas activas de ocupación del mar continental, control de la pesca ilegal pero también el desarrollo de una industria marítima. A su vez políticas diplomáticas activas de defensa del nuestros derechos sobre la Antártida, las Malvinas y la islas del atlántico sur.

• Malvinas y el territorio Antártico deben ser una causa nacional y un eje de nuestra política exterior.Acciones concretas que consoliden los derechos argentinos sobre el Mar Austral y el territorio antártico.

• Argentina tiene el acceso a los pasos de unión del Atlántico y el Pacifico. En caso de Guerra mundial la inutilización del canal de panamá, dejara como únicos estos pasos; de allí la importancia estratégica de toda la región y la explicación o una de ellas, del porqué de la ocupación británica de las Malvinas y la presencia de una base de la OTAN en el Atlántico Sur. Como decíamos más arriba habrá un cambio en las rutas comerciales hacia la cuenca del Pacifico, sobre todo hacia Asia oriental, por lo que es necesario y conveniente tener salidas a puertos del Pacifico. Es una cuestión estratégica, la alianza e integración con Chile para sacar nuestros productos por suspuertos. También es factible sumarse al corredor ferroviario que el gobierno chino planea llevar adelante que unirá los puertos peruanos con los brasileños, que atravesara además Bolivia, Paraguay y gran parte del sur de Brasil. La extensión ferroviaria del Belgrano Norte y su conexión con el proyecto chino, permitirá sacar por esa vía parte de la producción del Norte Argentino.

• Reconstruir el estado: el neoliberalismo tiene como objetivo estratégico la destrucción de los estados nacionales, tal cual fueron surgiendo luego de la revolución francesa, a fin de debilitar la idea de nación y destruir sus herramientas de defensa; así poder penetrar las naciones con su lógica imperialista.

•Es fundamental refundar el Estado, re armar un andamiaje político administrativo que empodere a las instituciones estatales a fin de que sean organismos de control y ejecución de políticas publicas orientadas al bien común, que tomen al hombre y su comunidad como fin. Un estado árbitro, que laude basado en los objetivos nacionales y populares, y no en beneficio de los negocios de minorías parasitarias. Se requiere un estado presente y activo en la vida económica, como articulador de los recursos de la comunidad, pero también liderando el proceso de re industrialización que es necesario encarar. Es necesario superar la idea de estado “subsidiario”, que nos impuso la cultura liberal por el “estado desarrollador”, motor del desarrollo social y económico. En síntesis una estado fuerte y activo, llevando adelante la planes que surgen de una planificación participativa desde los organismos de la comunidad.

• Es necesario encara r un proceso de industrialización acelerada, que nos permita acortar el tiempo perdido en décadas de destrucción del tejido productivo. En este ámbito es fundamental movilizar los recursos naturales, económicos y humanos, detrás una planificación donde participen los actores, empresarios y trabajadores, a través de sus organizaciones.El desarrollo de una industria alimenticia exportadora puede ser una salida pero no la única. Es necesario aprovechar la revolución tecnológica en ciernes, a partir de las tecnologías 4 y 5 G, para dar un salto tecnológico.

• Sin querer profundizar, es necesario rescatar dos conceptos demonizados por “el sentido común” liberal, uno es la banca de desarrollo, es decir un sistema bancario que oriente y focalice el crédito en el desarrollo industrial y en especial hacia aquellas áreas, que la planificación indica como prioritarias; y el otro el concepto de “polo de desarrollo”, que permitirán federalizar la re industrialización, cubrir y poblar el territorio. Orientar la inversiones productivas y con ellos los flujos migratorios hacia el Norte Grande o la Patagonia, zonas casi vacías hoy.

• Una política de tierras y acceso a la vivienda. Es indispensable romper con varias décadas de falta de políticas a acceso al suelo. La toma de tierras, tan de moda en los días de hoy, marcan un déficit muy serio de las políticas oficiales hacia el sector. Hay que permitir el acceso a la tierra y luego acompañar a los adjudicatarios de los instrumentos e insumos para la construcción de sus viviendas. El mecanismo de cooperativas para la auto construcción es un vehículo eficiente para la asignación de esos recursos. Es fundamental la creación de un millón de lotes con infraestructura básica. Estos loteos deben hacerse con un criterio de descongestionar el área del AMBA y ocupar territorios vacíos, localizándolo allí donde se definan los polos de desarrollo,

• Pensar y planificar el traslado de la Capital Federal hacia el interior de la República.

• Integrar el territorio a partir de un sistema de transporte moderno y sustentable, Debe ser multimodal recuperando la planificación estratégica y la integración racional del transporte automotor, ferrocarriles, las fluviales, aéreas y los pasos fronterizos.

• Planificar y asignar los recursos necesarios para lograr una educación integral y permanente que alcance a toda la población.

• Planificar el desarrollo el sistema científico-tecnológico, en su máxima jerarquía institucional y presupuestaria, articulando los recursos dentro del esquema del “Triángulo de Sábato”, o sea la articulación entre el sistema científico tecnológico, las empresas privadas y el estado, retro alimentándose continuamente. Esto debe ser la base del despliegue argentino.

A modo de primeras conclusiones: la crisis global y la local, tal vez nos estén dando una oportunidad de romper décadas de decadencia y sometimiento. Argentina por su historia y su pueblo está destinada a un escenario de liderazgo en el mundo que viene. Es necesario para ello reconstruir la unión nacional, recuperar nuestro orgullo de ser argentino, romper con la lógica liberal de menoscabarnos, de mirar para afuera, de sentirnos un país fracasado. Argentina tiene un destino integrada a Latinoamérica, con un pueblo integrado a su patria, hacia su suelo, a su historia, atando su destino a la comunidad que pertenece.

Por eso es que, en este momento de quiebre, pueda ser posible construir los cimientos de la argentina futura. La unidad nacional se construye con políticas y metas comunes y estas con acciones de integración, consenso, respeto, dialogo, y trabajo en comunidad. Por todo ello es el momento de pensar un nuevo plan estratégico para Argentina para los próximos 30 años.

Como nos decía con lucidez hace un siglo Ortega y Gasset “argentinos a la cosas”. Hoy la historia nos está dando una nueva oportunidad.

Antonio Muñiz

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