Fuentes Seguras. Una discusión interna vibrante y decisiva
¿En qué consiste el poder? Martín Guzmán y Axel Kicillof. Paula Español. Europa. Medios en varios tramos. Deuda Externa: Otra mirada. Patria Grande. La liebre. Las nubes.
( Por Gabriel Fernández * ) LAS DIMENSIONES DEL PODER. Carlos Chino Fernández, en su más reciente trabajo, precisó que entre los elementos a tomar en cuenta al analizar la vida política, cabe evaluar “la dimensión psicosocial del poder”. Admitiendo como marco la combinación del esquema económico social presente con el emerger del Covid-19, este pensador del Centro de Estudios Estratégicos de la CGT apuntó que “Identidad y Soberanía son las dos caras de una misma moneda” y explicó que “si bien estos factores no son variables directamente constitutivas de la geopolítica, cada día más juegan un papel importante en las cuestiones del poder, e influyen decididamente en su desenvolvimiento”.
El querido sociólogo, fallecido hace apenas dos días, apuntó que “el poder es, desde ya una noción multidimensional y compleja, pero en la actual realidad en el sistema mundo, y como se puede observar en el desarrollo de las guerras, los aspectos denominados ´blandos´, no directamente técnico militares ni materiales, tienen cada día que pasa más participación: Los medios de comunicación, el sistema educativo y cultural, el poder judicial, las tecnologías de la información, etc”.
De allí que “el retorno de la Comunidad como idea y realización, coincide también con la necesidad de fortalecer los Estados Nacionales, y no sólo para el abordaje de la emergencia sanitaria en todo el mundo. Las Comunidades Nacionales ahora, vuelven a erigirse como posibilidad de realización colectiva, como superación de la gran fragmentación que subyace debajo del mito de la globalización”. Para superar el desafío es preciso plasmar “un proyecto real de Estado Nacional (Argentina), con proyección regional (Patria Grande)” y “afrontar los problemas concretos que han erosionado nuestra conciencia nacional y debilitado nuestro poder”.
La obra en cuestión tiene un título bien puesto: Educar para la soberanía. Lleva el mapa completo de nuestra Patria en la portada, con el vértice Sur clavado en la Antártida. El Chino realzó el sentido: “Gran parte de la población argentina no tiene plena conciencia de la verdadera extensión de nuestro territorio nacional. Mucho menos, que una porción del mismo se encuentra ocupado por una potencia extranjera. La conciencia territorial, como parte constitutiva de la conciencia nacional, es de gran trascendencia para el destino de nuestro país. No es solamente responsabilidad de su dirigencia política, sino también del conjunto de sus organizaciones sociales y de sus ciudadanos”.
LA LIEBRE YA SALTÓ. El debate sobre el rumbo nacional está en pleno desarrollo y surge en los más variados espacios. Energía, tarifas, precios, salarios, puertos, salud, asistencia. Se despliega en el seno del Frente de Todos; nadie piensa, con franqueza, que Juntos por el Cambio pueda – intente participar del mismo con algún afán constructivo. Los voceros de esa oposición sólo atinan a deformar las tensiones para transformarlas en proto fracturas y, de paso, atizar el macartismo identificando el sustantivo kirchnerista con un adjetivo.
EL GUZMÁN INTERIOR. En el marco de su inesperada irrupción en las reyertas locales, el ministro Martín Guzmán dijo algunas cosas que retumbaron fuerte en el marco del Consejo Federal Argentina Contra el Hambre. Consideró que la economía “transitó un sendero de recuperación económica” que sin embargo “no genera beneficios homogéneos” y recordó que el 57% de la población de niños menores de 14 años está bajo la línea de pobreza. En ese sentido, pidió “una protección más robusta” para ese sector. Con el Presidente a su lado, trascendió el diagnóstico y apuntó que el Gobierno debe ser “autocrítico” respecto del esquema de subsidios de tarifas: “Se gasta una parte importante de nuestro Presupuesto. Debemos ser autocríticos al respecto”, consideró en medio de la interna en el Palacio de Hacienda sobre la cuestión.
El funcionario evaluó que el esquema actual es “pro-rico” y argumentó: “En un país con un 57% de pobreza infantil estamos gastando en subsidiar el consumo de luz y gas en una parte de la población que hoy no es prioritario que reciban esos subsidios, que tienen que ser utilizados para quienes más lo necesitan hoy”. Puso de relieve –y levantó polvareda- que el Gobierno brinda subsidios a “barrios donde vive gente de altos ingresos”, cuando esos recursos “tienen que ser utilizados en la gente que más lo necesita”.
GUZMÁN – KICILLOF. “Los anuncios demuestran la preocupación social del Gobierno” titularon nuestras Fuentes Seguras. Tomaron impulso con decisión: “Se amplió la edad de los pibes que reciben los beneficios hasta los 14 años, el monto a cobrar llega a los 12 mil pesos mensuales para hogares numerosos, y se dará la misma cifra a las madres con siete hijos”. –Eso fue bien recibido. “Claro, y la Asignación Universal llega a más gente”. –La objeción de Emilio Pérsico sobre la necesidad de reorientar los recursos hacia la producción parece razonable. “Lo es y será tomada en cuenta, lo que pasa es que se está afrontando la emergencia directa”.
-Me inquietó el anuncio de Matías Kulfas. “¿Porqué? Ese es otro beneficio, especial para las pymes”. –La sensación es que se sigue apostando al mercado externo, sólo que abriendo un poco más la puerta. “Anunció la reducción de los derechos a las exportaciones de 6.153 posiciones arancelarias para las que facturen hasta 3 millones de dólares anuales. Podrías verlo como una desconcentración del mercado exportador”. –Supongo que para un empresario en particular es un incentivo importante. Pero en conjunto, los incluidos caerán en la tentación de volcarse sobre una acción económica que les reditúa beneficios en dólares. “Tomando en cuenta el empleo que generan esas empresas, por lo pronto es una herramienta para su sostenimiento”.
Peldaño por peldaño este cronista fue provocando a sus bien predispuestas Fuentes. -Duro planteo de Alberto en el Consejo Económico y Social. “Si. Todos tienen que colaborar, el empresariado debe hacer esfuerzos para ayudar al 40 por ciento que la pasa mal, los acreedores van a tener que esperar, creemos que el mensaje fue muy claro”. –Pero faltan las medidas para que esa cooperación deje de ser aleatoria y forme parte del esquema económico. “De hecho, a través de la orientación de recursos para los más necesitados, eso se institucionaliza. Pero además está el acuerdo por las carnes, algo muy demandado desde los críticos internos. Bueno, se está concretando. Prestale atención al nuevo acuerdo de precios con alimenticias para 120 productos de la canasta básica. Los precios sugeridos van a estar impresos en los envases. Y eso va junto al programa Precios Cuidados en alimentos, bebidas e higiene”.
-Cada día son más intensas las versiones sobre una pelea de fondo entre Martín Guzmán y Axel Kicillof. “No hay nadie en el Gobierno que desconozca el rol del ministro en la discusión sobre la deuda. Afuera logró reconocimiento de negociador pragmático y después de los acuerdos con los acreedores privados ganó un lugar que difícilmente se lo puedan quitar. Se le encargó esa tarea y la hace bien, solo se mete en polémicas internas, como la de energía, cuando ve que alguna medida puede perjudicar esas negociaciones”. –El comentario de Guzmán contra los subsidios ¿no implica un impacto sobre la economía realizada durante la gestión de CFK? “La necesidad de aclarar que no contribuirá a desbordar las cuentas públicas es lógica precisamente por ese rol que está cumpliendo. Todos comprenden el juego. Aunque en ese punto no tenemos información directa, pensamos que Kicillof también. Y el ministro se da cuenta que el gobernador bonaerense, con un hervidero social como el que tiene entre manos, tiene que salir a defender el poder adquisitivo y el consumo”. –Pero esa esgrima denota intereses de fondo, proyectos distintos. “Si es así, esas diferencias no están afectando la unidad”.
PAULA ESPAÑOL. Algunas decisiones en sintonía con las sugerencias que Alberto Fernández gusta lanzar sobre el empresariado, parecen adoptarse. Aunque configuran acciones razonables, la radicalidad del planteo monopólico en nuestro país rápidamente las coloca en zona de crítica, con inferencias sobre probables derivaciones autoritarias. Lo cierto es que el ministerio de Agricultura orientado por Luis Basterra resolvió establecer un Registro de las Declaraciones Juradas de Operaciones de Exportación de Carne. Ese control estará en manos de la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario pero se pondrá en marcha cuando lo solicite la Secretaría de Comercio Interior. Su responsable es la muy citada por estos días Paula Español.
La funcionaria ha evidenciado su parecer sobre temas espinosos que rozan los que anteceden estas líneas: dijo, días atrás, que está “en análisis” la posibilidad de aumentar la alícuota de los derechos de exportación, con el objetivo de evitar el hilván entre precios internacionales y domésticos. Explicó que “el nivel de incremento de los alimentos en el mundo ha sido muy fuerte, por eso se trabaja en medidas que permitan desacoplar los precios; ahí es donde entran en juego las políticas de administración del comercio”.
En la misma línea, advirtió que los acuerdos sobre el precio de las carnes tendrán que cumplirse: “no nos va a temblar el pulso para cerrar las exportaciones de carne” porque el precio “ha subido muchísimo más a finales del año pasado y también este año. Avanzamos con un acuerdo, con el que vamos a seguir trabajando”. Y remarcó: “No me parece que tengamos que pagar el aceite de girasol, maíz, trigo, a precios internacionales; eso no quiere decir que no exportemos sino que hay tomar medidas en la administración de las exportaciones para impulsar cada vez más las exportaciones, pero hacerlo con un cuidado del mercado interno y cuánto se paga la comida acá en Argentina”. Desde otro flanco, el debate enunciado al comienzo, se expande. ¿La energía mostrada por Español se sustenta en la situación y en sus funciones o implica un posicionamiento para ampliar su presencia en el Gobierno? Veremos.
**
EUROPA, EUROPA**. El Presidente y su ministro de la Deuda estaban en Portugal a la hora de cerrar esta nota. La gira incluirá visitas a España, Francia e Italia, y un encuentro con el Papa Francisco en el Vaticano. En la delegación presidencial estarán la primera dama, Fabiola Yañez, el canciller Felipe Solá; el ministro de Economía, Martín Guzmán; el secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello; el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz; y el secretario de Comunicación y Prensa, Juan Pablo Biondi. En este primer destino Alberto mantiene una reunión con su par Marcelo Rebelo de Sousa.
El lunes, la comitiva participará de un almuerzo ofrecido por el primer ministro, Antonio Costa, y por la tarde partirá el vuelo que los conducirá a España. En Madrid, el Presidente irá al Palacio de la Zarzuela, donde tendrá un encuentro con el rey Felipe VI. Luego sostendrá una reunión de trabajo en el Palacio de la Moncloa con su par español, Pedro Sánchez, quien ofrecerá un almuerzo para agasajar a los visitantes. El miércoles la movida se trasladará a Francia. Allí nuestro jefe de Estado encabezará por la mañana un encuentro con empresarios en la embajada argentina en París, y luego será recibido en el Palacio del Eliseo por el presidente Emmanuel Macron.
Un plato fuerte se concretará el jueves. Temprano, Fernández visitará al papa Francisco en el Palacio Apostólico, donde mantendrá una audiencia privada con la máxima autoridad de la Iglesia Católica. Privada. Allí Guzmán no participará porque ya dialogó bastante con el Sumo Pontífice. Más tarde, el mandatario almorzará con su par de Italia, Sergio Mattarella, en el Palacio del Quirinale, para luego tener una reunión de trabajo, en el Palacio Chigi, con el presidente del Consejo de Ministros, Mario Draghi. El viernes, finalmente, La comitiva argentina emprenderá el regreso a Buenos Aires, en un vuelo que partirá desde el aeropuerto de Roma. Cabe recordar que se trata del segundo viaje a Europa de Fernández como gobernante, tras la gira que realizó antes de la pandemia, entre el 31 de enero y el 5 de febrero de 2020.
MEDIOS. La periodista Rosaura Audi es la nueva subsecretaria de Medios Públicos en reemplazo de Claudio Martínez quien, en abril pasado, fue designado director ejecutivo de la Televisión Pública, informaron fuentes oficiales. Probablemente se trate de una buena noticia, en proyección, para la comunicación nacional. Es hija del gran periodista Rodolfo Audi, de extensa trayectoria en nuestro gremio y sólida militancia peronista. Telam, Noticias Argentinas, Clarín, Gente, Siete Días, el diario La Voz y la revista Movimiento contaron con su pluma. Ha escrito Daniel Parcero: “Si existe compromiso con la Patria y el prójimo no hay espacios para las dudas en la conciencia” y recordó que Rodolfo tuvo que afrontar “situaciones límite que supo enfrentar sin vacilaciones”.
El cauce construido por el histórico cronista ha logrado incluir, hasta el presente, a su continuadora. Una rápida consulta de este medio con colegas de volumen significativo lleva a evaluar que los lineamientos del periodismo nacional y popular están presentes en la flamante subsecretaria. Hasta hace horas, Rosaura Audi fue directora nacional de Coordinación de Señales y Planificación Estratégica Audiovisual en la Secretaría de Medios y Comunicación Pública, y a lo largo de su trayectoria realizó tareas de consultoría, docencia, prensa institucional y ejerció durante muchos años el periodismo en medios argentinos y extranjeros.
OTRA VISIÓN DE LA DEUDA. Dentro del haz de especialistas consultados por este narrador, se cuenta el enfático Horacio Rovelli. En su mirada la labor oficial en derredor de la deuda y por consiguiente, del curso económico general, no amerita tantos aplausos como nuestras Fuentes Seguras proponen. Ante la gira europea destinada a recabar apoyo en esa dirección, nos dijo que el tramo reciente del problema proviene de la devastación concretada por la dictadura cívico militar, pero también de la legitimación ofrecida por los gobiernos posteriores. “Fue utilizada por los poderes económicos para comprar a precio vil enormes activos como se registró durante las privatizaciones del menemismo”.
Empero, “el kirchnerismo, con todas sus limitaciones, puso un freno. Se volvió a incrementar durante el gobierno de Cambiemos que endeudó el país por unos 100 mil millones de dólares. Cuando el ministro Guzmán le pregunta al empleado de Clarín Marcelo Bonelli adonde se fue esa deuda, la respuesta fue obvia. Se fugó. Esa deuda pasó a engrosar el capital que los ricos de este país tienen en el exterior. Sin embargo, pretenden que lo pague el pueblo argentino sacrificando su vida. La deuda con el FMI que forma parte de la deuda tomada por ese gobierno, es de unos 45.400 millones de dólares. Se pretende pagarlo a partir de septiembre de 2021 y después a lo largo de tres años. ¡El préstamo se hizo para condicionar al nuevo gobierno! Por eso el FMI, sabiendo que esos dólares que prestaba, se fugaban, no hizo ninguna observación al respecto”.
¿Entonces? “Se debe suspender ya la negociación con el Fondo Monetario Internacional. El estudio Formación de Activos Externos 2015 – 2019 que elaboró el Banco Central de la República Argentina, demuestra que se fugaron 86 mil 200 millones de dólares y que los cien primeros acreedores los utilizaron para capitalizarse, comprando más de 24 mil millones de dólares. Es necesario recuperar al menos el dinero de esos principales acreedores porque no pagaron impuestos por el mismo. Que paguen, y con multa. Recuperando esa plata vos podés disponer un plan de pagos para el FMI. En vez de levantar las tarifas para conseguir el dinero tenés que recuperar aunque sea parte de esos recursos”. El lector percibirá que la discusión, se sigue extendiendo.
···