Motor de Ideas 10 y el futuro
¿Cómo pensar la formación de cuadros políticos en la era 2.0?
(Por Silvia Laura Rodríguez - Especial para Motor de Ideas) Históricamente y en particular desde la visión marxista, se considera como cuadro militante a aquella persona, que ha logrado un determinado nivel de desarrollo político, para poder interpretar las directivas de la organización central, hacerlas propias y poder transmitirlas a las bases, percibiendo también lo que acontece en ellas, abriendo el debate, tanto como fuera necesario y afrontándolo sin evadir ningún tema.
Ese mismo individuo, ha conseguido tener una base de análisis propio,que le permite tomar decisiones con autonomía y creatividad, para llevarlas a la práctica, teniendo en cuenta los parámetros de disciplina definidos por el colectivo que integra. En definitiva los cuadros, constituyen piezas fundamentales de las organizaciones políticas, ya que le posibilitan desplegar sus acciones con calidady eficacia, creciendo a través de las sucesivas generaciones en el tiempo.
A partir de las nuevas tecnologías, la masividad de internet y con ello la extensión mundial de las redes sociales: Google, Facebook, WhatsApp e Instagram, entre otros, se ha generado un nuevo territorio de participación, que tiene carácter virtual. Un territorio donde priman los intereses económicosy se disputa la atención de los cibernautas, debido a la sobreabundancia de publicidad y contenidos. En definitiva un territorio que carece de neutralidad y donde a su vez se ha tornado más dificultosa, la transmisión a los ciudadanos de las ideas y discursos que competen a la sociedad.
Paralelamente, también el escenario de la lucha política internacional, se ha modificado. El poder hegemónico de Estados Unidos, despliega lo que Ana Ester Ceceña denomina como “guerra de espectro completo”, la cual consiste en una estrategia, siguiendo a la autora, donde se despliegan iniciativas en diferentes esferas y una concepción del mundo que la inspira, conjuntamente con mecanismos que se disponen en forma estratégica, entre los cuales se destacan tres: la superioridad tecnológica, el reordenamiento territorial y la universalización de normatividades reproductoras de las relaciones de poder.
Por otro lado, es importante sumar el análisis de Gramsci, en su planteo de que la dominación reside más en el ámbito de un consentimiento producido por la implantación de visiones de mundo, que en la dominación burda y abierta de aparatos coercitivos, si bien éstos juegan un papel fundamental al momento de disciplinar y racionalizar a la sociedad. Es, precisamente, a través de la imposición de visiones de mundo que la guerra puede diluirse, normalizarse, transformarse en una dinámica cotidiana y desdibujarse en el imaginario colectivo y en los sentidos comunes; pero es también gracias a ello, que la guerra puede seguir transcurriendo, operando con su lógica de confrontación, ocupando terrenos y ganando batallas, sin que ello sea siquiera percibido. Lo anteriormente expuesto muestra en definitiva, un cambio radical de espacio, formas, estrategias e instrumentos que han transformado la militancia política.
¿Qué hacer entonces? ¿Cuál es el nuevo lugar de lucha?
Los cuadros militantes, así como las bases necesitan pensarse en un territorio ya no solo físico, el cual recorrían una y otra vez, sino también virtual, conformado por las redes sociales, donde deben interactuar, no solo publicitando lo que hacen, sino generando información y disputando el sentido de la misma, dando respuestas a partir de una escucha activa de lo que allí está transcurriendo.
Porque tal como lo plantea Guido Fernandez Parmo:“todos somos comunicadores sociales porque todos tenemos algo que decir desde estos lugares que ocupamos. Todos somos testigos directos de nuestros lugares y por lo tanto todos conocemos esos lugares que definen la organización del mundo y agrega: “el comunicador social habla desde sus cicatrices. Todos somos comunicadores porque la verdad se lleva en las cicatrices que los poderes nos dejan en nuestros cuerpos. La verdad del comunicador social es siempre política”.
Para ello, es central dentro del proceso de formación de cuadros, el aprendizaje de las nuevas formas de comunicación política, las cuales han adquirido un carácter científico y tecnológico, constituyendo herramientas cada vez más sutiles de manipulación de los pueblos.
Tal como lo denuncia la periodista cubana Rosa Miriam Elizalde, Estados Unidos, ha puesto en práctica desde el año 2011, la operación denominada “conectividad efectiva”, donde prevee aumentar y desplegar toda la infraestructura necesaria, aspirando a la dominación por medios digitales de la población americana.
También, la resistencia popular del continente, debe tomar nota y prepararse a dar batalla en las calles y en las redes, porque hoy constituyen un único espacio, donde unas producen efectos sobre otras y viceversa. Lo central en estos tiempos, es la lucha interpretativa, ya que los hechos políticos en sí han pasado a un lugar secundario. Constituyendo los juicios o interpretaciones,los instrumentos de que se valen para la manipulación social, dando lugar a tendencias de opinión,que van construyendo un sentido común.
Los cuadros-militantes deben poder desarrollar autonomía a partir de poseer elementos de análisis político, recursos para la escucha activa de las redes y conocimientos de comunicación política para producir información con sentido , que abra el debate o desarme contraoperaciones ante la acción coordinada de las cibertropas, tal es el nombre actual del conjunto conformado por : trolls, individuos pagos y robots, que trabajan coordinadamente con un estilo casi militar, en forma internacional, la mayoría de las veces , bajo las órdenes del hegemón norteamericano.
Recientemente lo sucedido en Venezuela, el 23 de Febrero pasado, conformó una gran operación en contra del gobierno bolivariano, la cual según el análisis de la mencionada periodista Rosa Elizalde, fue derrotada por el chavismo a partir de desarrollar contenido propio, desagregando conceptos, manteniendo escucha activa y liderazgo de opinión , tanto como su presencia en la calle.
Ante la intoxicación de fakenews, respondieron con información propia que desarmó la ofensiva enemiga, utilizando creatividad y humor, lograron romper el cerco informativo y se instaló el tema a nivel mundial, superando el discurso impuesto por la derecha internacional. Fue una muestra de que es posible combatir la hegemonía digital, pero es imprescindible incorporar nuevas herramientas y transformar la practica militante, para poder hacer frente a la hegemonía impuesta desde los medios digitales.
(*) Licenciada y profesora de historia. / Investigadora especializada en la estructura dependiente de América Latina. Docente en Formación Política.
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