Sociedad

Los desafíos del INTI

( Por Bruno Pedro De Alto/ Trabajador del INTI/ Especial para Motor) A partir de diciembre del 2019, el Instituto Nacional de Tecnología Industrial, el INTI, debe rápidamente adecuarse a un modelo de país industrialista y apoyado en la ciencia y la tecnología.En ese contexto, el futuro del INTI tiene certezas y desafíos a resolver. Hay tres perspectivas que permiten analizar el devenir de esta institución.

Las perspectivas son, en primer lugar, el legado histórico e institucional. El INTI cumplirá el 27 de diciembre del 2019, sesenta y dos años. Es la organización del Estado para la asistencia técnica y la investigación tecnológica de la industria nacional, para ello crea Centros de Investigación y Desarrollo y habilita la participación en su gobierno a representantes de la actividad industrial.A partir de 1972, también está encargada de los temas de la metrología científica y legal, es decir de la exactitud de las medidas, y de los instrumentos que las registran y miden.

La segunda perspectiva, es la que deviene desde las expectativas de la sociedad y en especial, las demandas de la industria nacional y el mundo pyme. Distintos desarrollos, soluciones, asistencias, ensayos, capacitaciones etc. son las actividades que la industria argentina demanda y recibe del INTI. Estos múltiples modos de abordajes son brindados desde una amplia especialización en tecnologías presentes en la industria, sectores productivos, economías regionales y tecnologías emergentes. Siendo el más importante organismo de tecnología industrial nacional, el INTI está vinculadoa toda la matriz productiva argentina.

Por último, la tercera perspectiva, es la de los desafíos de las emergencias, y del anunciado plan de desarrollo nacional, apoyado en la ciencia y tecnología. Una agenda urgente, y otra de fondo, que se iniciarán simultáneamente con una nueva gestión. Dado el daño hecho por la actual gestión de Cambiemos se requerirá de importante esfuerzos en el fortalecimiento institucional, en la organización y estructuración del Instituto, y la implementación de una gestión adecuada y comprometida con el desafío. Teniendo en cuenta estas tres perspectivas, el INTI que viene estará signado por los siguientes aspectos:

La recuperación de sus capacidades, donde la reincorporación de los despedidos en 2018 es el ineludible primer paso. Esta medida es imprescindible para empezar arestaurar un clima interno acorde a un organismo de ciencia y tecnología, donde incomprensiblemente el actual gobierno la ha convertido en un sitio represivo y hostil. También es importante la recomposición presupuestaria, donde el recorte general en ciencia y tecnología promedia un 38% entre el 2015 y el 2019, mientras que en el INTI ha sido del 48%.

Sin embargo, ambas medidas son solo reparaciones institucionales. El desarrollo del INTI necesita un proceso de crecimiento que implica asumir que la matriz productiva argentina actual es diversa en organizaciones productivas e industriales. Se suman a las tradicionales empresas públicas y privadas, otras como las Sociedades del Estado, las empresas de base tecnológica, las cooperativas y empresas recuperadas, las empresas de la economía social, etc.

También es diversa en cuanto a las caracterizaciones de la producción industrial argentina. Hay sectores industriales maduros orientados al mercado interno; hay empresas de la economía regional; hay segmentos en la vanguardia tecnológica, de la economía del conocimiento y con potencial exportador; el conglomerado de empresas ligadas a los servicios públicos y a la energía; y también las organizaciones sociales y sus empresas de la economía popular. Todos ellos son sectores objetivos del INTI, no hay industrias, ni empresas que no puedan mejorar, modernizarse o innovar. Otro aspecto del crecimiento del INTI son los límites del mismo para evitar convertirse en un gigante que pierda funcionalidad y agilidad. Para ello deberán diseñarse nuevos modelos de asociatividad y articulación inter institucional.

Organizarse para un crecimiento inteligente.

Los objetivos nacionales de creación de empleos de calidad, de modernización e innovación industrial, el incremento de exportaciones industriales, la sustitución de importaciones, etc. demandan mayor presencia regional, actividad e impacto del INTI.

Para lograrlo, la institución debe planificarse a mediano y largo plazo. La prospectiva, vigilancia tecnológica y la inteligencia competitiva son los recursos para diseñar nuevas líneas de trabajo y la adquisición de equipamiento; la incorporación y formación de sus tecnólogos y científicos; la diversificación de sus fuentes de financiamiento, teniendo en cuanta que el desarrollo tecnológico es caro y lleno de incertidumbres.

A corto plazo, la legislación vigente que encuadra al INTI resulta útil. Sin embargo, su adecuación a mediano plazo se justifica para incorporar nuevos actores económicos y sociales en su gobierno, cumpliendo de esta manera su contribución institucional al acuerdo económico y social.

Esto deberá reflejarse en una estructura que a través de su estabilidad, permita políticas públicas a largo plazo, pero que además incorpore formas complementarias de estructura semi rígidas para políticas y planes consensuadas con los sectores económicos y sociales; y también formas de estructura flexibles y ágiles para abordar las coyunturas y las emergencias del Gobierno y la sociedad.

Finalmente, junto a los objetivos y funciones, el aspecto más relevantedel INTI son las personas que lo integran. Hay que desterrar para siempre las políticas de persecución y miedo del INTI. Un centro de investigación y desarrollo implica que quienes trabajan allí lo hacen dentro de amplio respeto en la diversidad, la tolerancia y la libertad, tanto política y sindical, como laboral y creativa.

(*) Licenciado en Organización Industrial (UTN) y Especialista en Gestión de la Tecnología y la Innovación (Untref) Autor de “Autonomía Tecnológica (2013. Ciccus) y “Tozuda industria nacional” (2018. Ciccus – Lenguaje Claro)

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