Trabajo reproductivo y salario en Agenda
(Por Estefanía Cendón) El colectivo Agenda Argentina concretó su cuarto conversatorio virtual que tuvo como eje de análisis el Trabajo Reproductivo y el salario. En el encuentro se problematizaron las tareas de trabajo no remunerado que realizan las mujeres en sus hogares al mismo tiempo que se planteó la necesidad de alcanzar políticas públicas para lograr su redistribución. ¿Cómo afecta la Pandemia a esta realidad? Todo el análisis en esta nota.
Paula Lenguita, doctora en Ciencias Sociales e investigadora del CONICET, fue la encargada de coordinar el encuentro virtual que contó con las exposiciones de Paula Monteserin, coordinadora del área de Género del Centro de Estudios Atenea; Victoria Albornoz del Centro de Estudios Génera y del Equipo de Investigación ICEP de la Universidad de Quilmes; Elena Mingo, investigadora y docente en temas de Género y Trabajo y Nora Goren, socióloga feminista, docente e investigadora de la UNPAZ/UNAJ.
La comunicadora Cecilia Gómez Mirada dio inicio a la actividad destacando que las reflexiones en torno a la crisis sanitaria han rozado temas como la soberanía alimentaria, la soberanía fiscal, la soberanía productiva y la financiera. Sin embargo, la integrante de Agenda Argentina recalcó: “Poco y casi nada se está hablando de la soberanía de los cuerpos y las políticas de cuidado. Es fundamental que haya una igualdad en este contexto”.
En sintonía con el planteo de igualdad, Monteserin hizo referencia a pensar un mundo del trabajo capaz de reconocer a todos los trabajadores. Al mismo tiempo destacó al reconocimiento de la función social de la reproducción como paso fundamental para alcanzar el bienestar del conjunto de la sociedad.
Efectos de la Pandemia sobre el trabajo reproductivo
Albornoz puso la lupa sobre el aislamiento social, preventivo y obligatorio e indicó que durante este período se producen jornadas extensivas que incluyen 14 o 18 horas de teletrabajo, lo que muchas veces vuelve incompatible la articulación con el trabajo reproductivo. Al respecto concluyó: “En algunos sectores representa la expulsión o la penalización de la maternidad porque resulta incompatible con las formas de producción económica, ya que son incompatibles las formas en que se organiza esa producción”.
En su exposición Mingo también advirtió acerca de la recarga existente en el trabajo productivo, mediante el teletrabajo, y el trabajo reproductivo: “Esta recarga está siempre, sólo que se va distribuyendo en distintos momentos del día porque hay un momento en el que las mujeres no están dentro de la casa. Trabajo productivo y reproductivo es un lazo indisoluble, porque cuando tocamos una cosa, alteramos la otra”. También, la especialista en temas de género llamó a escuchar a las mujeres de distintos espacios, regiones y trabajos para encontrar caminos de igualdad.
Ventana al futuro
“Tenemos que pensar en sociedades que redistribuyan -y es claro que en este momento la sobrecarga para las mujeres es mayor que para la de los varones- y evitar enquistarnos en el lugar tradicional, y pensar de qué manera podemos construir mayor co-responsabilidad, mayores reconocimientos y redistribución”, concluyó Goren en relación a los desafíos que presenta la “salarización de lo reproductivo” para la política pública.
Hacia el final del encuentro, a modo de síntesis, Paula Lenguita hizo referencia a tres dimensiones de abordaje en relación a la temática del encuentro. Por un lado la dimensión de la amplitud teórico-conceptual de los trabajos reproductivos: cómo el concepto de trabajo reproductivo cambió históricamente y cuáles son los territorios de cada una de esas intervenciones y trabajos. Otra dimensión se asocia a cómo valorizar el trabajo reproductivo por fuera de la mercantilización: ¿Hay alguna manera de otorgarle valor a esa carga de trabajo muchas veces invisibilizada? ¿Esa jerarquización debe ser asalariada o no?
Por último, la socióloga planteó si es posible pensar la renta básica y el salario universal al interior del problema de los ingresos para el trabajo reproductivo. Con el siguiente interrogante Lenguita abrió el debate para el próximo conversatorio: “¿Se pueden abordar la renta básica y el salario universal, por ejemplo la extensión de un mecanismo remunerado como el IFE que no es necesariamente salarial, como principio de remuneración del trabajo reproductivo?”.
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